Manifesto/Manifiesto

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MANIFIESTO OBLIGATORIO

Ceci n'est pas le cinéma.
C’est une pipe.
Et la pipe est un autobus.

 

El silencio sepulcral, esa característica ausencia del M. O. S., se acabó. R. I. P. Rip.
«Toda escritura es mierda de cerdo.»
— Antonin Artaud.

SPEED se alza con estrépito desde estas cenizas prometiendo ser un foro más provocador, sustancial y polémico de diálogo sobre lo que preocupa a los llamados cineasta y artista del cine independientes. En el actual clima neoconservador de miedo a hablar abiertamente por miedo a represealias, SPEED alienta puntos de vista originales e intransigentes que rehuyan opiniones o teorías necesariamente populares o «correctas» para, en cambio, estimular nuevas corrientes de pensamiento que aporten a un nuevo foro de discusión, uno que no se despliega en el papel sino en la pantalla.

Esto es mierda de cerdo.

La mierda de cerdo es fértil.

En la mierda de cerdo crecen cosas.

Exigimos nuestro lugar en el chiquero: revolcarnos en la mierda cinematográficamente fértil. Éste es el sentido más profundo que encierra Cineworks, palabras grandilocuentes y Hollywood.

Dicho con otras palabras, de mierda: exigimos películas vírgenes (no vencidas), revelado y copias de trabajo, cubrir todos los costos de posproducción y distribución, y un pequeño viático para una mínima subsistencia.

En resumen, reclamamos nuestro derecho a ser cineastas y artistas del cine, nuestro derecho a un discurso fílmico libre, no regimentado. El mismo cine es un movimiento que transgrede el estatismo ideológico y un antídoto contra los procesos de pensamiento rumiantes en el fango de la más inflamada conciencia cósmica surgida del terror absoluto a la mortalidad.

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Debemos ponernos de pie como las mujeres y los hombres que somos, cerdos cubiertos con pieles de oveja. Revelamos el cielo, que es la totalidad del vacío inscrito en el interior de nuestros párpados ensangrentados. Esto es el mañana como el ayer es hoy y, mientras tanto, exigimos un punto final a toda esta idiotez. Entretanto, permitimos y abjuramos del llenado y el vaciado de pantallas, vasos, vientres y tumbas. En un mismo aliento, personificamos y negamos las mentiras de los monumentos, los museos, las historias del cine, los razonamientos teóricos, el hormigón en duro y la importancia de nuestras propias enunciaciones.

Inyectamos la pedagogía institucional de nuestra propia y jerárquica némesis en nuestras venas de celuloide.

La ética industrial del trabajo y la tecnocracia
se propagan sin control desde circuitos integrados que disparan los solenoides empíricos de nuestra conciencia. La transmigración de la intencionalidad se aleja del cine y se transforma en la trama misma de la institución del cine. El optimismo embalsamado de la producción y la distribución circulares corre tras su propia cola.

El lenguaje de lo posible se corrompe bajo la administración de lo material, el egocentrismo, los ácidos reinados de las fábricas estilo star wars, la glotonería, el patriarcado y el martirio, lo esencial de prometidas utopías y una prosperidad en ruinas. Lenguaje corrompido, fugazmente visto en su hacer y deshacer, epitafio para la corriente estéril, lo que está de moda, y los ascensos y las caídas de la suerte de nuestros excesos. Masacrados bosques olvidados. En la refulgencia de lo instantáneo, destellos de proyecciones futuras, un instante de reconocimiento, resistencia, sumisión —muerte y nacimiento de la eficacia de la respuesta. El desencantado relato de un trapecio sin red, la elegancia de una cuerda tensa alrededor del cuello. Avanzamos a paso firme sobre estos abismos.

Tenemos la boca llena del polvo de nuestra propia intimidación, opresión y explotación —nuestra propia complicidad con el sistema de confinamiento cultural. Trazamos diseños de imparcialidad en medio de una acquiescencia ciega a la amnesia política, jardines de fantasía de premisas insostenibles y redundancias nauseabundas. 

Éstas son las
lombrices solitarias de la aniquilación
nuclear, la misma plaga
que ha infectado el cuerpo luminoso,
nuestro cuerpo
—nuestro cine actual.

La tortura de nuestro entendimiento en los límites de lo aceptable —imaginería sin sentido, ángulos adecuados, iluminación adecuada, argumentos adecuados, hemorroides cancerosas del deseo y del disfrute aparente— una diseminación cultural, el puntal de una postura, la estructura de la libertad y su total confinamiento bajo los dictados de la posesión y lo poseído, la separación entre lo observado y el observador. Este punto de encuentro vacío donde no hay encuentro.

La consecuencia de: a ) un texto donde escribimos y a la vez somos escritos, b) el desafío Pepsi, que implica a Coca-Cola y el asesinato de Allende, c) las ganancias del napalm reinvertidas en Nicaragua, El Salvador y Sudáfrica, d) las lámparas de proyección y excitadoras de General Electric, armas avanzadas y sistemas de guía de misiles, y e) el desangramiento de nuestra textualidad, la brutal inclusión de nuestras lecturas y malas lecturas en la tienda de conveniencia de la interpretación. 

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                                                                                                              Fotografía: Scott Haynes

 

RECHAZAMOS LA
REGURGITACIÓN Y REGULACIÓN DE LA IDENTIDAD.
NOS NEGAMOS A LA DESAPARICIÓN DE NUESTRA ESPECIE.
DECLARAMOS MUERTOS AL LLEGAR A LOS DORMIDOS AL VOLANTE DE LA ESCALA DE GRISES.
REPUDIAMOS LAS DISCULPAS NACIONALISTAS FUNCIONALES AL NARCISISMO.
LANZAMOS AL VIENTO EL INSIGNIFICANTE FORMALISMO DE LOS FABRICANTES DE IMÁGENES BONITAS.
ECHAMOS A LOS PERROS A LOS LAMEBOTAS Y TREPADORES OPORTUNISTAS DE CARRERA.
DESECHAMOS LAS REVOLUCIONES DE TELENOVELA.
RECHAZAMOS LOS LÍMITES DE LA VISIÓN HUMANA Y DE LA PERCEPCIÓN MISMA.
TORTURAMOS LOS MECANISMOS DE MANIPULACIÓN Y CONTROL CINEMÁTICOS.
ESTRANGULAMOS LOS DISPOSITIVOS DE LA IRONÍA ROMÁNTICA Y LA NOSTALGIA SENTIMENTAL.
RECHAZAMOS LA APARENTE FINALIDAD DE NUESTROS PROPIOS RECHAZOS.
REPUDIAMOS LA BASE PLÁSTICA DEL CINE DOMINANTE.
BORRAMOS LOS SISTEMAS MITOLÓGICOS DE AUTORIDAD, INCLUIDO EL NUESTRO.
NEGAMOS LA DESAPARICIÓN DE LAS IMÁGENES EN LUZ BLANCA Y EN LA OSCURIDAD.
LES ACONSEJAMOS HACER LO MISMO

 

SONREÍMOS FRENTE A LA PANTALLA, DESHINIBIDA ANTE LOS LADRIDOS DOGMÁTICOS.
SALUDAMOS A QUIENES ESTÁN MÁS ALLÁ DE LAS LEYES DE LOS RETORNOS DEL DETERIORO.

ORDENAMOS INSPIRADOS FOTONES QUE EL MAR HA DEPOSITADO EN
ORILLAS
CINEMÁTICAS ABIERTAS.
NOS DELEITAMOS EN LENGUAS INADAPTADAS DE
EXPRESIONES
ESPONTÁNEAS — ENCUENTRO AMORFO AL PIE DE LA ACERA
CON LA CONFLUENCIA Y EL PLACER
EN RESGUARDO DEL MATERIAL DE LA CONFIANZA COMO UN CARTEL AMARILLO CONTRA ALGO A LO QUE
NI USTEDES NI YO
HEMOS DE VOLVER: APROXÍMENLO A LA OREJA Y ESCUCHEN, MUDOS POR LAS TOMAS DE HOY
VEMOS ENTRE EL DESARROLLO DE LAS CATEGORÍAS LA PRÁCTICA SUPERANDO LAS EXCPECTIVAS DEL SHOCK.

 

Haynes y Hockenhull, junto con Chomyn

 


 

Traducción: Ana Lía Gabrieloni / Rubén Guzmán

 


Referencia electrónica

Haynes, Scott, Oliver Hockenhull y Doug Chomyn. «Manifesto/Manifiesto.»  Hyperborea. Revista de ensayo y creación,  no. 8, 2028, pp. 127–135. Traducción del original en Speed, no. 1, 1987, pp. 127–35.
URL: https://www.hyperborea-labtis.org/es/paper/manifestomanifiesto-393 
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.17739901

Imagen superior: fotograma de Clouds, dirigido por Fumiko Klyooka y Scott Hayens, 1985, película en 16 mm.

 

 


 

 

 

Publicación Hyperborea
Número 08