Manchas de humedad. palabras que restituyen la experiencia del observador

Manchas_humedad

Juan Santander Leal[1]


Manchas de humedad es una reescritura del poemario La proximidad del tsunami (Buenos Aires, Zindo y Gafuri, 2015), que despliega una experiencia de lo cotidiano volviéndose extraño. En este libro, encontramos un texto entrecruzado por procedimientos líricos y narrativos, sin decantar por una forma determinada. Esto genera un aplazamiento de significado y resolución de lo narrado, a través de imágenes que parten precisas, pero cuyo objetivo es difuminar los espacios y los sujetos localizados en ellas.

Desde los primeros poemas aparecen signos de las profesiones de una familia e ideas sobre la infancia como un paisaje no domesticado, donde la naturaleza aún no se desconecta de la mirada, como sucedería en un contexto de gran ciudad. Como toda plenitud es ambigua, las fechas de las fotografías se entrelazan y los nombres propios y referentes culturales que deberían situarnos y estabilizar la lectura no lo hacen; casi siempre por voluntad propia. Este efecto de fantasmagoría se puede rastrear a lo largo del libro, emparentándose con, por ejemplo, los procedimientos en la obra del novelista W. G. Sebald. Además de esto, el uso de figuras retóricas en general tiende al despiste también en el uso del oxímoron (sueños sin imágenes), directamente vinculado a la poética del libro, en la que existe una confianza en la desconfianza de la imagen como proceso para la escritura en verso. Del mismo modo, las metáforas exploran con precisión ideas sobre el insomnio y el extrañamiento, ilustrando cómo nuestra mente nos separa de un contexto al producir imágenes que pueden construir ladrillo a ladrillo un poema. Este principio de composición es estimulante para el lector, quien alternando entre confesión, dictamen, observación y despiste va acumulando ideas sobre: paisaje, negocios que comienzan, opiniones políticas, animales, insectos, cassettes, viajes en auto, etc.

La segunda parte del libro, llamada «Manchas de humedad» es una narración en fragmentos numerados, donde la experiencia del aislamiento toma la primera persona yendo desde un yo hacia el espacio que lo rodea. Contrasta el aspecto de encierro y enclaustramiento de esta segunda parte con el paisaje pampeano o patagónico de la primera. La presencia de un perro llamado Nerón junto a un sujeto que establece distancia del mundo exterior es la materia de una bitácora del aislamiento de un hombre joven que proyecta paisajes despoblados en las manchas de humedad de su casa. La inacción se ejemplifica con detalles de espacio abierto: desiertos y playas imaginadas como un niño que proyectara estos espacios desde el baño o el patio de su casa. Esta vigilia razonada, mas atravesada por extrañamientos (no propios del sueño sino de la divagación) es un estudio de la memoria involuntaria a base de fragmentos. Con recuerdos que van de lo preciso a lo ruidoso y prescindible se construye una trama cuyos personajes configuran un cuento a base de retazos.

Si pensamos en cierta literatura cuyas imágenes están al servicio de una prosa ensayística y, a la vez poética —como Mario Ortiz, María Negroni o Mike Wilson, que son ejemplos de este hacer en la escritura latinoamericana contemporánea— en Manchas de humedad es hasta cierto punto al revés. Algunos mecanismos de la prosa están puestos al servicio de un poema. Quizás no «al servicio» sino son activados y desactivados a través de interruptores que podríamos llamar ritmo, estrofa, o verso. Las reminiscencias de W. G. Sebald emergen nuevamente, específicamente de su «poema» Del natural, en el que se exploran y exponen este tipo de procedimientos: la inclusión de fechas, datos, eventos históricos encapsulados en relatos individuales. En definitiva, hablamos de una «prosa en poema», con todas las riquezas y dificultades de tal estilo. Tal vez en el libro de Rodolfo Reyes ni la prosa está al servicio de la poesía ni al revés, y en esto reside la gracia de situarse en una zona intermedia, tal como sucede también con el sentido de cada sección del poemario.

Manchas de humedad destila un hacer cuidadoso, casi secretamente, con imágenes materializadas en objetos que cuentan historias y situaciones con una fuerte tendencia a la adherencia, ese concepto clave en la poesía temprana de Eugenio Montale, según el cual las palabras buscan mantenerse en la memoria y restituir la experiencia del observador, de lo que ve o rememora, siempre en algún límite, siempre cerca de un «velo que nos separa del quid definitivo». Este poemario juega con varios de estos límites: entre prosa y poesía, imagen y narración y entre memoria y olvido, encendiendo una colilla contra el viento.

Nota

[1]  Poeta chileno, magíster en Literatura, autor de Hijos únicos (2016), merecedor del premio Mejores obras literarias del Ministerio de cultura de Chile, y de La destrucción del mundo interior (2015), entre otros libros.

Referencia electrónica

Santander Leal, Juan. «Manchas de humedad. Palabras que restituyen la experiencia del observador». Hyperborea. Revista de ensayo y creación 3 (2020): 257-259. https://www.hyperborea-labtis.org/es/paper/manchas-de-humedad-palabras-que-restituyen-la-experiencia

Fecha de publicación
Publicación Hyperborea
Número 03